Alemania se niega a apoyar la prohibición de los motores de combustión en 2035
El ministro de Finanzas de Alemania ha declarado que el país no apoyará los planes de la UE que suponen la prohibición de la venta de nuevos coches con motor de combustión a partir de 2035.
En su intento de reducir las emisiones de CO2 para 2030, la Comisión Europea ha propuesto una reducción del 100% de las provenientes de los coches nuevos para 2035. Eso implica que a partir de entonces será imposible vender coches con motor de combustión.
Según el ministro de Finanzas, tal medida cerraría la puerta a la “apertura tecnológica” y erradicaría de hecho los combustibles sintéticos como alternativa.
“Los combustibles sintéticos son una opción climáticamente neutra para los coches con motor de combustión, que globalmente se seguirán utilizando durante mucho tiempo”, dijo en Twitter el ministro de Finanzas, Christian Lindner, del Partido Democrático Libre.
Die anstehende #EU-Entscheidung zu Flottengrenzwerten beim Auto ist leider nicht technologieoffen. Synthetische Kraftstoffe sind aber eine klimaneutrale Option für den global noch lange eingesetzten Verbrennungsmotor. Diese müssen wir für unsere Arbeitsplätze erhalten. CL https://t.co/NkPRx9VSHq
— Christian Lindner (@c_lindner) June 21, 2022
Lindner dijo que, por lo tanto, no estaría de acuerdo con los planes del gabinete de gobierno, lo que podría significar que Alemania no va a estar de acuerdo con los límites de emisiones del parque automovilístico propuestos por la UE.
Al acelerar el paso a los vehículos eléctricos de cero emisiones, la UE pretende hacer frente a la cuarta parte de las emisiones de la UE que provienen del transporte, que en los últimos años han ido en aumento.
Algunas empresas, como Volkswagen, ya han anunciado que dejarán de vender coches de combustión en Europa para 2035, pero algunos grupos del sector han advertido que no se debe prohibir una tecnología concreta y han dicho que sólo se podrán alcanzar objetivos más ambiciosos si los responsables políticos apoyan un despliegue masivo de infraestructuras de recarga.
La UE también está negociando propuestas para exigir a los países que instalen puntos de recarga públicos a intervalos regulares a lo largo de las principales carreteras.